Aveces es necesario aislarse para encontrarse

Hay riesgos que tomamos cuando conocemos a alguien que nos gusta, intentamos que nuestras miradas se encuentren, queremos probar el sabor de sus labios y si resulta que sentimos intensamente, decidimos desnudar nuestros cuerpos, pero cuando esos encuentros van siendo más apremiantes, queremos más pero la persona que nos hace feliz dentro de las cuatro paredes de un cuarto, no desea involucrarse y te va enviando señales que al principio no descubres, pero que poco a poco aparecen como llamadas que no contesta, palabras hirientes y todo va resultando cada vez más doloroso hasta que descubres que nunca te quiso y no tendras más que migajas y vas rompiendote por dentro, desgarrandote sin poder hacer nada y sufres sin control no importa lo que hagas estás destinada a ser parte de su olvido y decides marcharte para que el dolor pueda aquietarse en tu interior y recuperarse